martes, 15 de mayo de 2007
Teorias en clase
Ahora mismo me he visto hace unos 5 años en la E.O.I leyendo en francés un texto en voz alta y la profesora corrigiéndome sistemáticamente todas las e cerradas y abiertas, que marcaban la diferencia entre, por ejemplo, de y des. Pues os juro yo que desde entonces, cada vez que me encuentro con una de estas palabras pongo mucha atención, no vaya a ser que aparezca aquella profesora y vuelva a corregirme una y otra vez! Ahora bien, eso sí que no sé en qué teoría enmarcarlo.
En cualquier caso, parece que las teorías en enseñanza de lenguas siguen una dirección hacia tradiciones más modernistas. Por eso supongo que lenguas tan en vogue como el inglés tienen detrás teorías más modernas, mientras que otras lenguas menos "populares" siguen un método más tradicional.
sábado, 5 de mayo de 2007
Aquellos maravillosos años...
Mi escolarización ha sido medio en castellano, medio en valenciano. O al menos eso creo, porque la verdad es que no me acuerdo del todo. De lo que estoy segura es que en el instituto podías escoger entre la línea en castellano o la línea en valenciano. Yo escogí la segunda opción, y la verdad es que eso me ayudó mucho a familiarizarme con el valenciano escrito, porque si bien en casa siempre he hablado en valenciano, casi no leía ni escribía en esta lengua, de manera que mi competencia escrita dejaba mucho que desear. Después, en bachillerato, cuando hacíamos los comentarios de texto en valenciano, los profesores decían que se notaba mucho la diferencia entre los que habían hecho la línea en valenciano y los que la habían hecho en castellano. Así que hice una buena elección.
En cuanto a las lenguas extranjeras, a mí en el colegio me enseñaron francés. Era un colegio concertado que estaba en vías de extinción. La mía fue la última promoción y, a medida que íbamos pasando de curso, los cursos iban desapareciendo. Os explico: cuando pasé a segundo de EGB, desapareció primero (ya no aceptaban más alumnos, iban a cerrar); cuando pasé a tercero, desapareció segundo, y así hasta sexto. Cuando acabamos sexto, subimos al instituto, porque empezaba la “era ESO”.
Bueno, a lo que íbamos, pues en mi colegio siempre se había dado francés y, para lo que les quedaba en el convento… pues no se pasaron al inglés. Total que cuando llegamos al instituto, los más “fieles” seguimos con el francés, pero algunos se pasaron al inglés, porque era lo que se llevaba. No voy a opinar sobre si hicieron bien o mal, porque la verdad es que con el nivel que salimos del instituto, daba igual coger cualquier lengua, no te iba a servir de nada.
En cuanto al francés, tuve varias profesoras. La que tuve en segundo de ESO era un sol. La verdad es que no lo hacía mal, a mí me gustaba. Seguíamos uno de esos métodos típicos de francés. Ahora no me acuerdo de cómo se llamaba el libro, pero era pasable. Después ya todo se complicó. Tuvimos una profesora que a mí no me gustó nada. Cuando empiezan con los niveles ya… Nos hizo un examen y nos distribuyó en grupos. Total, que ahí cada uno hacía unos deberes, un examen, etc. ¿Para qué? Para que al final nadie se aclarara con nada, porque ella no podía dividirse en cuatro grupos según los niveles y los del nivel alto se aburrían y los del más bajo no pillaban nada. Eso se repitió con la siguiente profesora, en los siguientes tres años. Pero aquella profesora era superaburrida! Un super tostón la pobre, pero bueno… ajo y agua. Era francesa y el único punto a favor era ese, que nos hablaba en francés (las otras no lo hacían, cosa que considero un gran error!).
Encontré una profesora buenísima en la escuela de idiomas. Era muy dura, sí, pero muy organizada. Explicaba muy bien, hacíamos de todo: expresión escrita y oral, comprensión escrita y comprensión oral, gramática, dictados, vocabulario, teníamos que leer libros, hacíamos exposiciones cada semana. Teníamos que trabajar duro, pero los resultados era patentes. Muy buena, la verdad. Yo siempre digo que mi francés lo aprendí en la escuela de idiomas. Hice segundo y tercero solo, porque para hacer los siguientes cursos tienes que irte a Castellón. Cuando llegué a Barcelona quería continuar, pero al final mira, no lo hice. Ahora estoy pensando en presentarme a quinto por libre, pero lo haré después de venir de Erasmus (porque me voy a París el año que viene!!). Bueno, si leéis esto os felicito, porque menuda parrafada que he escrito!! Un beso!
Expectativas...
Antes de responder a la pregunta qué espero de esta asignatura, tengo que decir que la matriculé porque formaba parte del programa de estudios de lingüística y que, por tanto, no tenía elección. Sin embargo, también estoy haciendo traducción y sé que para esta carrera está ofertada como optativa. La pregunta es ¿la hubiera cogido? Posiblemente sí, porque como ya sabréis los que estáis estudiando traducción, una de las principales salidas (y quizá la más fácil) es la enseñanza de lenguas. Por lo tanto, supongo que esta asignatura puede acercarnos un poco a este mundo.
¿Qué espero pues de la asignatura? Pues eso mismo, que nos dé una idea de cuáles son los métodos y las teorías que hay detrás de esta práctica, cómo podemos organizar una clase de lenguas, qué problemas podemos encontrar, etc. En cualquier caso, tengo que decir que en un trimestre puede que no dé tiempo para mucho, pero eso ya es un clásico de la Pompeu, y más de la licenciatura en lingüística.
Espero que al final de la asignatura pueda imaginarme cómo haría yo una clase, al menos un poco por encima. Puede que incluso descubra mi vocación (aunque es verdad que esto de la enseñanza siempre me ha gustado). No lo sé, cuando la termine, ya os contaré qué siento.
martes, 1 de mayo de 2007
El levantamiento
A veces me invade la idea de que la educación que he recibido, sobre todo en el instituto, no ha sido lo que se dice un éxito. ¿Nunca os habéis preguntado por qué vuestros padres se saben todos los ríos de Europa, incluso con los afluentes, y nosotros, con un poco de suerte, sabemos dónde está el Guadiana por eso de que aparece y desaparece? Vergonzoso. Y esto va de mal en peor. En mi caso, lo único que me enseñaron con un poco de éxito fueron las matemáticas, pero ¿cuál es el resultado de tantos años estudiando la Revolución Francesa? Madre mía, a mi me preguntáis algo del pleistoceno y os contesto con un asombrado ehhhhh??? En historia, un fracaso. Cada curso empezábamos por una época. De la Edad Media, como mucho, los estamentos y, de la Guerra Fría, a eso no llegué, no dio tiempo.
Lo mejor es cuando te enseñan morfología. Cada profesor lo hace a su manera y al final te falta palabra, porque intentas buscar la raíz, que es lo que decía el profesor del año pasado, el lexema del profesor de este curso y la base, que es lo que dice el del repaso. Acabas rindiéndote.
Pero y en lenguas extranjeras, ¿cuál es vuestra experiencia? Yo tanto en el colegio como en el instituto tuve francés como lengua extranjera y fue un desastre. En el colegio no tanto, pero en el instituto… cada año empezábamos con los determinantes: un, une, de, des, du… Y ¿por qué? Pues porque la gente que no aprobaba inglés se pasaba a francés y entonces teníamos que volver a empezar. Menuda gracia. Pero por lo que he oído, a los que estudiaban inglés no les iba mejor, al final les salía cara de Present Continuos.
Por todo esto y por más cosas que no voy a decir ahora, pienso que la educación no está bien organizada, y siempre he pensado que necesitamos una revolución educativa. ¿Quién se apunta al levantamiento?
Wellcome!
Para los que hayan llegado aquí por casualidad, tengo que decir que este blog es un trabajo para la asignatura Ensenyament de llengües, que estoy cursando actualmente en la Universidad Pompeu Fabra. En cualquier caso, si os interesan las lenguas, puede que saquéis algo de provecho. Para todos los que la visiten, bienvenidos y espero no aburriros mucho.